En la Feria de las Flores y el Café de Boquete, un jurado experto seleccionó las seis orquídeas más sobresalientes entre más de 900 plantas, valorando forma, color, tamaño y cultivo.
En medio de un paisaje montañoso y rodeado por la brisa fresca del interior panameño, más de 900 orquídeas compitieron este fin de semana de la Semana Santa en la tradicional Feria de las Flores y el Café, celebrada en la localidad de Boquete. El evento, que atrae a miles de visitantes cada año, incluyó un concurso que destacó no solo la belleza de estas flores, sino también el arte y la dedicación que implica cultivarlas.
El certamen reunió a ejemplares de todas las formas y colores: 646 plantas de especies nativas, 115 extranjeras, cerca de 95 híbridas y varias más que, aunque inscritas, no fueron finalmente juzgadas. Cada una fue evaluada con detenimiento por un grupo de expertos liderado por Juan Luis Ariño, juez principal del evento, quien explicó que el proceso de selección se basó en tres criterios fundamentales: forma, color y tamaño de la flor.
“Las orquídeas son las flores con mayor diversidad en el mundo. Por eso, no hay una fórmula única para juzgarlas. Cada especie tiene su propio ideal, y ese es el referente que usamos”, explicó Ariño. Más allá de la estética, también se valoró la dificultad del cultivo, ya que algunas especies requieren condiciones muy específicas para desarrollarse adecuadamente.
Entre las ganadoras, sobresalió la Brassia Gireoudiana, una especie nacional con una peculiar forma similar a una araña, adornada con tonos verdes y marrones. Esta fue reconocida como la mejor orquídea autóctona. En la categoría de especies extranjeras, se llevó los aplausos la Bifrenaria Harrisoniana, originaria de Colombia, que impresionó por su porte y belleza exuberante.
Las orquídeas miniatura también tuvieron su momento estelar: una Maxillaria Variabilis, con diminutas flores amarillas, conquistó al jurado con su abundancia y encanto discreto. En la sección de híbridas, el título se lo llevó la Vanganara Werner, resultado del cruce entre distintas especies cuidadosamente seleccionadas.
Una mención especial recibió la Encyclia Cordigera, conocida popularmente como «la flor de la Semana Santa», que florece justo en esta época del año. Con su varilla larga y flor de color morado intenso, esta especie se llevó el reconocimiento a la mejor presentación dentro de su categoría.
Por último, se premió también la excelencia en el cultivo, donde se destacó la Cattleya Warscewiczii, una flor especialmente difícil de criar. “Presentarla en condiciones ideales es todo un logro técnico y de dedicación”, comentó Ariño.
El ambiente húmedo y templado de Boquete se ha convertido en un entorno ideal para el cultivo de orquídeas, lo que ha permitido que año tras año aumente la variedad y calidad de las flores exhibidas. Desde las más pequeñas y delicadas, hasta las que imitan formas de animales o insectos, estas plantas continúan cautivando a expertos y aficionados por igual.
La Feria de las Flores y el Café seguirá abierta hasta este domingo, ofreciendo no solo la exhibición floral, sino también actividades culturales, música, gastronomía local y un homenaje a la biodiversidad que florece en cada rincón del país.